Cuando se actúa en el plano del poder, las clases o grupos luchan por imponer sus visiones ideológicas y ciertas instituciones políticas y sociales que permiten esa imposición al resto de la comunidad. En el mundo actual, existe una plutocracia internacional y oligarquías locales que tienen por objeto convertir a las naciones en sociedades de consumidores egoístas y carentes de toda moral y trascendencia, fácilmente sometibles al poder financiero, para lo cual se sirven de la democracia liberal, los partidos, los medios de comunicación, ONG’s, tribus urbanas instrumentalizadas y, en última instancia, el poder militar ante acciones de rebelión popular abierta.
Ideas e instituciones sirven aquí como instrumentos de dominación espiritual y material. En consecuencia, una revolución que pretenda la liberación de la comunidad de las fuerzas opresoras, debe oponer nuevas ideas y nuevas instituciones que derrumben a las antiguas, y permitan construir un Nuevo Orden. Ante ello, los nacionalsindicalistas debemos precisar nuestra Idea Fundamental, las instituciones básicas en las cuales la idea se ha de plasmar y la voluntad que debe inspirar dicha idea en la comunidad revolucionaria. En pocas palabras, la idea fundamental del Nacionalsindicalismo Revolucionario es UNION DE LA NACION EN JUSTICIA.
En mayor detalle, el Nacionalsindicalismo es el ideal de una comunidad nacional organizada a través de los cuerpos sociales, en la cual todos sus miembros participan de acuerdo a su función y en proporción a su trabajo en la distribución de los bienes espirituales y materiales de la Nación.
Nación con Justicia bien puede ser la definición más sencilla del Nacionalsindicalismo, además que constituye una consigna movilizadora de la juventud dispuesta a la luchar por su realización. Los nacionalsindicalistas exigimos, como norma de vida en la Comunidad Nacional, el que cada chileno alcance su máximo desarrollo posible en base a su capacidad y su esfuerzo personal y comunitario, en unión de sus compatriotas, vecinos y compañeros de trabajo, una Comunidad donde el Hombre sea tratado como tal, con derechos respetados y deberes exigibles.
No aceptaremos una sociedad basada en la compraventa de personas, de privilegios logrados por explotación de otras personas, convertidas en bestias de carga. Nuestro ideal de Nación con Justicia, como se ve, va más allá de una mera concepción relativa a mejor distribución del ingreso. Se trata de organizar a la Nación con miras a forjar una nueva cultura y civilización que muestren lo mejor de nuestra especie, que superen el falso “progresismo” al cual nos somete sin opciones la plutocracia mundial y las clases políticas a su servicio. Ahora bien, teniendo claro el ideal de comunidad al cual aspiramos, nos toca señalar las instituciones que permitirán cristalizar en práctica social concreta la Unión de la Nación con Justicia.
Esas instituciones son las Corporaciones y el Estado Nacionalsindicalista de Comunidad Nacional. Las Corporaciones serán la unión territorial y funcional de los cuerpos sociales naturales, en que viven y trabajan las personas, con funciones normativas, judiciales y de planificación del desarrollo en sus ámbitos de competencia, otorgando poder real a las personas reales y haciéndoles parte del Estado. Consejos comunales y regionales, de trabajadores, educación, salud, industrias varias, etc., serán la red a través de la cual se organizará políticamente la Nación, sustituyendo a los partidos políticos que no desaparecerán en cuanto corrientes de opinión, pero si como mafias organizadas para la rapiña del Estado.
El Estado Corporativo será la organización nacional de las Corporaciones bajo una coordinación central, que establezca la planificación general, la legislación fundamental y ejerza la defensa del orden de la Comunidad tanto en lo interno como en lo externo. Al formarse de abajo arriba, por medio de las Corporaciones, el Estado Nacionalsindicalista no será un ente ajeno al pueblo y cómplices de la explotación, sino su propia obra y expresión de su poder organizado, por el cual la Nación se expresa ante la Comunidad de América Hispana y ante el mundo.
Persona - Cuerpos Sociales - Corporaciones - Comunidad Nacional - Estado Nacionalsindicalista, es el engranaje que creemos permitirá alcanzar esa Nación Justa y Unida. Con ello, nos oponemos a la dictadura de los partidos, de los grandes bancos y los medios masivos, es decir, a las instituciones de poder opresor de la democracia liberal. De la comprensión de nuestro ideal, debemos asumir el deber y el derecho que nos asiste a establecer el orden nacionalsindicalista, de hacer la revolución. Se trata de un deber, porque la misión de establecer la Justicia en la nación chilena no es una opción que podamos eludir ni menos renunciar, y un derecho, porque nuestra causa nos legítima para actuar frente a los poderes financieros dominantes y derribarlos, porque la rebelión contra la opresión y explotación siempre será legitima. Esto último tiene importancia capital, ya que nuestra acción será obstaculizada no sólo por la propia oligarquía, sino por sus sirvientes de la clase política que nos pondrán toda clase de objeciones “políticamente correctas” destinadas a desvirtuar nuestra lucha con acusaciones de “estatistas”, “antidemocráticos”, “idealismo fuera de época”, etc.
No nos pueden acusar así quienes han convertido al Estado en una bolsa de corrupción e ineficacia, quienes han negado al pueblo chileno toda participación real en la decisión de los grandes asuntos nacionales. Por ello dichas acusaciones no nos preocupan, al contrario nos indican que estamos en el camino correcto: si las mafias políticas tiemblan, es porque le temen al sistema nacionalsindicalista que la dejará sin razón de ser. Y ese camino nos lleva a derribar las instituciones del Estado Liberal -vaciándolas de todo contenido y su falsa representatividad- e instaurar en su lugar los órganos corporativos, representativos de la comunidad organizada.
También nos lleva a la lucha ideológica contra todo el aparato mediático y pseudo cultural montado por el $istema, por la introducción de ideales de servicio, de justicia y de lucha por la superación continua de la persona y sus comunidades.
La Unión de la Nación en Justicia, contra la sociedad desunida en la injusticia, es el ideal por el cual luchamos sin miedo a las amenazas y tabúes de la clase política.