71 años han transcurrido desde la fundación del Movimiento Revolucionario Nacional Sindicalista, un 5 de agosto de 1952. Si bien la organización como tal existía, a lo menos, cinco años antes, sus principios y fundamentos doctrinarios se afianzaron paso a paso, consolidándose para entonces. Hoy, conmemorando el septuagésimo primer año de aquella trascendental jornada, renovamos nuestro juramento dando cuenta de las actividades realizadas, los logros y nuevos desafíos en el contexto de la pandemia y la segunda década del siglo XXI.
Para el aniversario de 2020, marcado por el punto más álgido de la pandemia del SARS-CoV-2, advertimos que ya se hacían patentes los efectos más allá de la salud y la propia vida; el Estado demoliberal demostró ser incapaz de lidiar con esta clase de amenazas, instando el surgimiento de otro tipo de conflictos o bien, su profundización.
En esa misma línea, la clase política partidista se ha aferrado a las viejas estrategias, pero con rostros nuevos. Los resultados de los distintos procesos electorales llevados a cabo en 2020 y 2021, y que hemos analizado o comentado oportunamente, confirman nuestros principales análisis. Ya sabemos lo que nos deparan los dos próximos periodos presidenciales, y debemos prepararnos para el tercero.
Para ello, ejecutamos, según nuestras LEA, la planificación de tratamiento de contenidos digitales, con notables resultados. Hemos aumentado exponencialmente nuestro alcance en redes sociales, generando nexos con grupos y personas que, bajo otras circunstancias, habría resultado imposible.
Nuestras redes abarcan nuevos horizontes, en tanto la producción constante de artículos, de distinta complejidad, ha destacado respecto de otros años y no ha faltado quien nos elogie por “recuperar” el espíritu de la juventud que integró FORJA en los setenta. Sabemos, desde luego, que cada generación posee su espíritu y el nuestro, aventajado por la experiencia de antiguos camaradas, involucra misiones y tareas adicionales.
En otro ámbito, la recaudación de fondos ha sido fructífera. Nuestra biblioteca ha recabado casi un centenar de nuevos volúmenes, recuperando material histórico del Movimiento, del nacionalismo, política e historia chilena e indoamericana.
Aprovecho de saludar afectuosamente a la comunidad de militantes, de los más diversos niveles de compromiso y responsabilidades, cuyas virtudes y entereza les distinguen por sobre cualquier otra militancia política.
Les felicito. Nuestras proposiciones, lenta pero certeramente, van tomando forma, nutriéndose de nuevos enfoques, lecturas y planteamientos. Mientras nuestros enemigos nos dan por insignificantes o irrelevantes, son más los que se suman a la tarea revolucionaria que nos da sentido, nuestras propuestas les permean y siembran la “peste negra” que se expande, contagiosamente.
Salud.