Las recientes noticias del Liceo N° 1 "Javiera Carrera", de la comuna de Santiago, se han difundido de manera confusa, con versiones radicalmente opuestas, incluidas versiones maliciosamente falsas por parte de “la autoridad” e incluso, por otro lado, de sus propias estudiantes. Pero, ¿qué es lo que realmente está sucediendo en el Liceo N° 1, y por qué debería preocuparnos?
A partir del segundo semestre, el liceo debía reiniciar sus clases con normalidad, ya que tras ver que la Dirección de Educación Municipal de Santiago (DEM) se comprometía a cumplir con el avance de la mayoría de las exigencias planteadas en nuestro petitorio, estudiantes del establecimiento tomaron la decisión de bajar la toma.
Por el contrario, desde el primer día de clases en el liceo, el ambiente se ha visto no solo agitado, sino, también, muy tenso. Esto producto de varias manifestaciones y conflictos entre estudiantes, entre profesores y estudiantes y sobre todo por la manifestación de un gran descontento por cómo ha gestionado la dirección y el equipo de gestión del liceo los casos o denuncias de violencia sexista por parte, principalmente, del cuerpo docente a estudiantes.
El descontento se vió manifestado de variadas formas, pero principalmente mediante la interrupción del tránsito en la intersección de calles San Martín y Compañía. Pleno centro de Santiago. Las primeras manifestaciones comenzaron con paro de lápices, hasta las últimas, de los día martes 07 y miércoles 08 de agosto, con estudiantes portando elementos como palos o fierros.
El punto de quiebre en el descontento y manifestaciones se debe a la mala gestión que ha llevado dirección, no solo este año que se han dado a conocer masivamente muchos testimonios donde se les acusa a algunos profesores de acoso, abuso y violencia en general sino también por hacer caso omiso, durante varios años, a estas mismas acusaciones; que si bien no eran difundidas masivamente en redes sociales, las estudiantes si habían dado a conocer al responsable de convivencia, Subdirector de Convivencia, Álvaro Pérez Canto y a la directora del liceo, profesora Inés Aqueveque.
Fue entonces cuando una estudiante, de iniciales B.R., a través de tres historias que publicó en su red social Instagram, se grabó acusando a Álvaro Pérez Canto de ser un abusador y un violador en potencia, razón por la cual se le sancionó posteriormente con la expulsión.
A este respecto cabe mencionar que existieron tres versiones distintas:
a) Para la DEM era un proceso en curso, no terminado, por ende, sin decisión definitiva;
b) Para Dirección, era un proceso de “cancelación de matrícula”. Fue el propio equipo directivo quien informó al cuerpo docente que la medida no implicaba la expulsión de la estudiante, sólo la cancelación de matrícula: vale decir, podía terminar el año pero si reprobaba cuarto medio, no tendría lugar en el liceo.
c) La de B.R., quien asesorada por abogados de la Defensoría Popular y con el apoyo de concejales de la Nueva Mayoría de la comuna, difundió la notificación firmada por la propia directora, donde explícitamente se señala la medida como expulsión.
¿La verdad? Dirección mintió a profesores y por intervención de la DEM se ordenó la reincorporación de B.R., quien tuvo justicia al eliminarse la sanción (y toda otra anterior), como también “devolviéndole” el anexo, un instrumento supuestamente académico pero con dejo represivo del que hablaremos en otro momento.
Si bien la sanción a B.R. fue revertida, las movilizaciones continuaron de forma aún más violenta, sobre todo en la jornada de la tarde (compuesta principalmente por cursos de séptimo año de enseñanza media a primer año medio, es decir, con estudiantes de entre 12 a 15 años), y contra docentes, algunos ni siquiera sindicados como violentos.
Con esta situación ya descrita y ambiente que se ha generado en el liceo, muchos profesores han manifestado su molestia por ser todos generalizados y ser vistos todos ya sea como acosadores o encubridores; y no solo eso: también en una jornada de movilización vivida el día lunes 6 de Agosto, oportunidad en la que entraron incluso ex alumnas a encarar a profesores, grupo de encapuchadas, para convocar a asamblea a estudiantes de la jornada de la tarde, fueron sala a sala golpeando en puertas y ventanas, con gritos e insultos, contra profesores que continuaban en clases o lisa y llanamente abordaban el conflicto dialogando con sus cursos.
El día martes 7 de Agosto la situación volvió a estallar también en la jornada de la tarde, donde estudiantes con palos y fierros estuvieron sacando a las niñas de las salas, y amenazando a sus propias compañeras y docentes con estos elementos. Tras todas estas situaciones, el ambiente que se vive en el liceo es una mezcla de frustraciones, temores, inseguridad -literal, si-, ansiedad y otros sentires conflictivos. Ni hablar del profundo quiebre de confianzas entre estudiantes y profesores, entre los mismos profesores y profesores con la autoridad.
En la última jornada de reflexión del miércoles 08, se produjo una situación de “catarsis” entre las mismas estudiantes que manifiestan estar cansadas y frustradas con toda la situación de violencia ejercida por parte de todos los miembros de la comunidad; también surgieron nuevos relatos de abuso y se ha tratado de trabajar en su recopilación, lo que se ha visto dificultado por la falta de una adecuada comunicación entre el cuerpo estudiantil.
¿Y cuál ha sido la posición de la directiva del centro de alumnas del liceo (DICALU)?
De un primer semestre irregular y con acciones contrarias a la propia voluntad estudiantil, el retorno a clases se ha visto relativamente “más ordenado” y respetando las votaciones llevadas a cabo. Sin embargo, su actuar se ha visto eclipsado por ex integrantes del DICALU, más radicales y/o violentas, y el fortalecimiento del Colectivo Feminista (“Cofem”). Recientemente crearon una comisión de agitación y propaganda, encargada de la acción directa y difundir las principales consignas actuales.
¿Y cuál ha sido la posición de estudiantes? ¿Existe alguna posición mayoritaria?
La posición de las estudiantes está muy fragmentada. Por una parte están aquellas que dicen apoyar la sanción inmediata a los profesores que son acusados de violencia sexista y que a su vez apoyan movilización constantemente -principalmente la toma del establecimiento, sin clases-. Por otro lado están las que no quieren perder más clases pero que si quieren y dicen que las movilizaciones deben llevarse a cabo, pero, claro, sin perder clases.
Al ser estas dos posiciones tan marcadamente opuestas, se han provocado discusiones que han llegado hasta los golpes incluso. Sin embargo, a pesar que las que vociferan defienden la toma -como único método de movilización existente- por sobre aquellas "defendiendo las clases", cuando se votó si el establecimiento se iba o no nuevamente a toma, se impuso la opción de “clases movilizadas” con aproximadamente 1100 votos contra la opción toma con aproximadamente 480 votos.
A pesar de ello, y mediante la violencia discursiva (“no son nuestras compañeras”, “no queremos pacas”, etc.), se ha tratado de imponer por sobre cualquier atisbo democrático y constituyéndose en una verdadera minoría fascista, totalitaria.
Es así como la situación decantó del modo actual:
- Una dirección sumamente cuestionada, con sumario, y sin credibilidad alguna para el resto de la comunidad educativa.
- Parte del equipo de gestión descabezado y también investigado.
- Profesores cuestionados por distintos hechos, ya lesivos o no.
- Profesores no cuestionados también metidos en el mismo saco que los anteriores.
- Violencia física y verbal contra profesores, auxiliares, paradocentes y estudiantes.
- Amenaza de la DEM contra profesores por no ser “firmes” ni “severos” contra estudiantes.
- Profesores colegiados o no, preparando acciones legales contra estudiantes que han violentado a otros colegas y estudiantes.
- Violencia física y verbal entre estudiantes (no solo en asambleas), al punto de darse peleas serias entre algunas.
- Un centro de estudiantes sin poder ni credibilidad.
- Familias desconociendo el contexto, motivos e implicancias de la actual movilización. Y quién podría culparles, si lo único que “se ve” es el corta-calle, la violencia policial, las detenciones, niñas mojadas y contaminadas con lacrimógenas, etc. ¿Cómo le explicas a tu familia por qué pasan esas cosas, si ni tú misma lo entiendes bien porque te están mintiendo en las asambleas?
Una propuesta para trabajar.
Es inevitable recordar lo que ya expusimos sobre los casos de violencia sexista y convivencia escolar en el Liceo N° 7 de Providencia. Sin embargo, el caso del Liceo 7 posee particularidades que no se dan en el 1, tales como: mejor organización y coherencia entre el cuerpo estudiantil, mejor canal de comunicación entre estudiantes y autoridad municipal, difusión de ideas y un contenido relativamente uniforme de información que cada estudiante de base manejaba, especialmente sobre feminismo.
Todos esos elementos brillan por su ausencia en el caso del 1. Por ende, ¿cómo podría resolverse o comenzar a trabajar en resolver la compleja situación a la que se ve enfrentada esta comunidad educativa? A este respecto, hay al menos cuatro vectores:
- Normalización de las interacciones comunitarias
Entre estudiantes/estudiantes, profesores/estudiantes, profesores/profesores, estudiantes/familias/profesores, estudiantes/dirección y equipo de gestión; y por último profesores/dirección y equipo de gestión. A la DEM le corresponde obrar de observador procurando ser lo más imparcial posible. Este proceso implica las siguientes actividades:
- Recibir y procesar las denuncias por vía formal, directamente a la DEM, mediante procedimiento con reglas claras y difundido a toda la comunidad.
- Realizar investigaciones sumarias y/o sumarios administrativos, según corresponda, contra aquellos funcionarios y profesores denunciados.
- Investigar hechos de violencia y sancionarles.
- Desvincular a aquellos profesores y directivos que auto-denunciaron hechos de violencia.
- Prestar apoyo académico y psicológico a víctimas de violencia de género sexista.
- Mejorar canales de difusión, aprovechando redes sociales como Facebook o Instagram. La página oficial es muy mala...
- Retomar clases para reincorporar a la totalidad de estudiantes y profesores a un clima propicio para dialogar.
- Replantear cronograma de trabajo y de evaluaciones.
- Tener instancias de reflexión, guiadas o no, con estudiantes/profesores, profesores/profesores, y así con distintos integrantes del liceo en pos de entender tanto situaciones como posturas para finalmente actuar como comunidad frente a las problemáticas planteadas. Se requiere retomar diálogo, respeto y en eso hay que aprovechar los recursos que, en teoría, el Municipio está destinado a través de su plan "recuperemos la excelencia": la Municipalidad no tiene excusa para no abordar estos temas.
- Revisión y reelaboración del Proyecto Educativo Institucional
Discusión sobre roles de integrantes de la comunidad educativa, fines y objetivos de la misma y el perfil de aquel que egresa, explicitando la superación de estereotipos denigrantes.
- Revisión del "Manual de Convivencia Escolar" para su reemplazo por Políticas de Convivencia Escolar
Incorporación de principios, valores y definiciones claras; enunciado de derechos y obligaciones de todos los integrantes de la comunidad educativa; giras de estudio y actividades extracurriculares; reglas relativas al embarazo; reglas sobre procedimientos, generales y especiales, además de resolución de conflictos por vías alternativas a estos; instancia de apelación de medidas; definición de acciones (reclamación, publicidad, revocatoria); comunicaciones y medios de difusión; catálogo de faltas y política de sanciones, las que deberán ajustarse a principios de proporcionalidad (relación racional entre la fuerza de la sanción, el acto que le dio lugar y las circunstancias del mismo), principio de reincidencia (faltas reiteradas conducirán a sanciones mayores que las originales para los mismos actos), gradualidad, reparación o compensación (la sanción incluirá la posibilidad de reparación y/o compensación; y buscará llevar al estado de las cosas previamente existentes a la falta cometida), y principio de aprendizaje: toda sanción tendrá un sentido formativo y contemplará una acción reflexiva destinada a facilitar la cabal comprensión de la falta cometida, de las acciones alternativas a su comisión, de las posibilidades de reparación y de la conducta deseada en aras del bien común.
- Reelaboración de Estatutos de Centro de Alumnas y diseño de un Nuevo Centro de Estudiantes
En el marco del trabajo de revisión y reelaboración de cuerpos normativos-pedagógicos antes mencionados, los estatutos de los centros de estudiantes se deberán reelaborar, poniendo énfasis en las interacciones de estudiantes entre sí y con el resto de la comunidad.